De mal en peor

Estar en el lugar equivocado, a la hora equivocada, puede resultar muy mal si dicho lugar es una marisquería de Mazatlán y la hora una cualquiera de los tiempos que corren; peor todavía si ahí ocurre el encuentro con un personaje temible que espera algo —algo que terminará muy mal. En ésas se ve el taxista que, luego de haber sobrevivido a un susto en Guadalajara, es arrastrado a una aventura indeseable (¿de verdad arrastrado?: «Alcanzaba a ver mi voluntad y de nada me servía», confiesa) al toparse con un camarada de antaño al que más le habría valido no volver a ver. Mario González Suárez, autor de esta vertiginosa relación de un destino ejemplarmente desastroso (y no sólo el del personaje: el del país), ha contado que el trabajo invertido en esta novela lo condujo al hospital. Vista su materia prima, no es para menos.

A wevo, padrino, de Mario González Suárez. Mondadori, 2008.

Publicado en el suplemento Primera Fila, en Mural, el viernes 31 de octubre de 2008.


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