¡Arrancan!

FIL Niños. Ya fui. Me gustó. Si bien nomás aguanté adentro como cinco minutos (era jueves, Día de Herodes), me bastó para ver el empeño invertido, el entusiasmo de toda la gente que trabaja ahí, lo sensacional que puede resultar para los miles de chamacos que pasan por los talleres y por los auditorios preparados para ellos. Yo, francamente, no tenía idea (¡en 22 ediciones de la FIL jamás me había metido!), y quedé bien impresionado. Pero más tarde me encontré a una amiga que es promotora de lectura, y me confió sus reservas respecto al funcionamiento de FIL Niños como un espacio donde la lectura —actividad solitaria y silenciosa por definición— pueda incentivarse realmente. O sea: es un lugar estupendamente divertido, pero ¿salen de ahí nuevos lectorcitos? Ojalá que sí.
    Ayer, frente al stand de Ediciones B, unos 30 monos de seguridad, las manitas agarradas y estorbando. ¿Quién demonios venía? ¿El Rey de España? ¿Madonna? ¿Carlos Fuentes? ¡No! Un cretinito, apellidado Zurita, que sale en la tele y —entiendo, porque apenas sé que existe— acaba de hacer una película. La chamacada, claro, aullando y aplastándose. Para esto sirve la FIL. ¡Y eso que no he dicho lo que pienso de Diego Luna y compañía! Para qué, ¿verdad?
    Ya no voy a hacer gestos. Hoy me laten el Encuentro Internacional de Cuentistas (con Petrovic, Cavazzoni y Eduardo Antonio Parra) y la conferencia magistral del doctor Marcelino Cereijido (un maestrísimo, divulgador científico), en el Coloquio Internacional de Cultura Científica. Nomás: porque también va a haber cosas como Laura Esquivel, el Chef Oropeza, Fernanda Familiar y así. ¿Eso qué?
    Visitar el lobby o los comederos del Hilton es como ir a las caballerizas del hipódromo: ve uno cómo las bestias —en las que se ha invertido tanto— se pasean y descansan antes de que salgan a la pista, y ya más o menos se sabe a cuál apostarle. Ayer comimos ahí, y me dieron ganas de pedirle una mesa a Ruy Sánchez: parece el capitán de meseros, saludando y recibiendo a todo el mundo.


Publicado en la columna «¿Tienes feria?», en el suplemento perFIL, de Mural, el sábado 6 de diciembre de 2008.
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