Es una suerte que, a treinta años de su aparición, se haya reeditado por fin este libro memorable. Alejandro Rossi, uno de los más estimables ensayistas que México ha visto pasar en el último medio siglo, hizo un aprovechamiento óptimo de la idea de distracción, que acaso sea la condición indispensable y, al mismo tiempo, el propósito primero de todo buen practicante del género literario que más se parece al paseo y a la conversación: vagabundeando por el rico territorio de su cultura, sus emociones, sus pareceres y sus imaginaciones, el autor se permite distraerse —y distraernos— de las engorrosas obligaciones de lo que él mismo ha llamado «la famosa realidad». Pero, claro, de tal modo que ingresemos en ella con inmejorables resultados. Es, dice Rossi, «un libro que expresa mi gusto por el juego, por la moral, por la amistad y, sobre todo, por la literatura».
(Manual del distraído, de Alejandro Rossi. Mondadori, 2007)
Publicado en el suplemento Primera Fila, en Mural, el viernes 12 de septiembre de 2008.
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