Foto: FIL/Pedro Andrés
Ojo: la FIL no está cumpliendo 25 años. De 1987 para acá (¿me
traigo un ábaco?) son 24 añitos. Una vez hecha esa aclaración, ¿qué, por
dónde vamos a empezar esta vez? Por el acto inaugural con la entrega
del Premio FIL al novelista colombiano/mexicano Fernando Vallejo, claro.
En vista del historial de este señor como un deslenguado y un
provocador, la expectativa es que suelte al menos alguna barbaridad, y
si así sucede le será festejada incluso por las autoridades presentes en
el presídium (que no es lo mismo que presidio, aunque parezca); si se
comporta con toda diplomacia y se guarda de socarronerías o exabruptos,
será un poco decepcionante.
A partir de ahí, creo que lo mejor es tomar las cosas con
calma, y proceder a revisar el programa prudentemente, porque además ya
no está uno en edad: la FIL es ocasión inmejorable para constatar los
estragos del tiempo, medibles en canas de más o pelos de menos, hoyitos
extras para el cinturón y ansias de hallar cuanto antes una banca para
descansar las rodillas tembeleques. Este sábado de arranque, lo más
atractivo será seguramente la presentación de James Ellroy, notable
reincidente en la feria (y, como Vallejo, otro gruñón bueno para
incomodar a quien se deje), que presentará su libro A la caza de la mujer
(a las 18:00 horas, en el Salón 3). Fuera de eso, quizás asomarse al
acto donde estará el novelista español Eduardo Mendoza, un autor
estimable que... ¡no, mejor no, porque lo acompañará Elena Poniatowska!
¿Y qué tal mejor ir con Juan Villoro, que trae a presentar un libro para
niños? Seguro que estará divertido: Villoro, auténtico hombre-orquesta
de la literatura mexicana, pues hace lo mismo crónica que novela,
ensayo, cuento, teatro y análisis futbolístico, y también es un autor
duchísimo en la fabricación de historias para ese público insobornable
que son los chamacos (a las 17:00, en el Salón José Luis Martínez); en
todo caso, será preferible a la presentación de El país de uno,
de Denisse Dresser, periodista tan encantada consigo misma que posó sin
remilgos para el retrato que ilustra la portada de su libro. Y bueno,
pasear un poco, echar cuentas a ver cómo se evaporará el aguinaldo,
investigar con qué salieron los alemanes en su pabellón: ¿irán a regalar
cerveza y salchichas, o vendrán muy gastados por andar rescatando a
Grecia? Yo habría querido que, en su programa musical, de perdida
trajeran a Scorpions, pero ni eso.
Me ha alegrado saber que se presentará un libro que reúne
las reseñas de poesía que escribió el inigualable y extrañadísimo Arturo
Suárez, y es que ésa es una muy buena forma de seguir teniéndolo en la
feria que gozó tanto y a la que, con sus Canuteros anuales, hizo aún más divertida. Es a las 18:00 en el salón Agustín Yáñez.
Publicado en la columna «¿Tienes feria?», del suplemento perFIL, en Mural, el sábado 26 de noviembre de 2011.
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