(Travesías, de Antonio Muñoz Molina. UNAM-DGE-Equilibrista, 2007)
Uno de los novelistas más solventes y perdurables del ámbito iberoamericano, Antonio Muñoz Molina es también una de las presencias más estimables en la prensa en español desde hace ya muchos años. En sus artículos no sólo se conjugan las cualidades que hacen a los mejores columnistas —la pertinencia, la astucia, la versatilidad, el entendimiento natural de las preocupaciones de sus lectores—, sino que además hay, invariablemente, ocasión para encontrarse con un espíritu crítico insobornable que sabe leer de modo inmejorable el tiempo en que le tocó vivir. Como dice Jorge F. Hernández en el prólogo a esta compilación, «Aquí está al óleo el mural de cuatro años de una vida en prosa, sensibilidad poética con erudición sin pedanterías, de un escritor ciudadano con conciencia, memoria sin amnesias, realidad de la ficción».
Contra (casi) todo
(Diatriba de la vida cotidiana, de Rafael Pérez Gay. Cal y Arena, 2001)
El amor, la ópera, los ecologistas, Pedro Infante, el psicoanálisis, el alcohol, el realismo, el futbol, la vida diaria... Como uno de los mejores espectadores del desastre (también, a veces, como uno de sus mejores causantes, todo hay que decirlo), Rafael Pérez Gay tiene bien identificadas las razones de sus más altas aversiones y de sus más bajos embelesos. De ahí que, para gran fortuna de sus lectores, que gozamos grandemente con su desesperación (Pérez Gay es uno de los cronistas más divertidos que hay), haya decidido inscribirse en la lista honorabilísima de autores —moralistas implacables a partir de esa decisión— que han practicado el género de la diatriba, «discurso o escrito agresivo y, en ocasiones, injurioso». Y de ahí que la emprenda contra los asuntos arriba listados, y contra otros que infaliblemente le dan oportunidad de descargar, por escrito, sus rabias y sus neuras más entrañables.
Uno de los novelistas más solventes y perdurables del ámbito iberoamericano, Antonio Muñoz Molina es también una de las presencias más estimables en la prensa en español desde hace ya muchos años. En sus artículos no sólo se conjugan las cualidades que hacen a los mejores columnistas —la pertinencia, la astucia, la versatilidad, el entendimiento natural de las preocupaciones de sus lectores—, sino que además hay, invariablemente, ocasión para encontrarse con un espíritu crítico insobornable que sabe leer de modo inmejorable el tiempo en que le tocó vivir. Como dice Jorge F. Hernández en el prólogo a esta compilación, «Aquí está al óleo el mural de cuatro años de una vida en prosa, sensibilidad poética con erudición sin pedanterías, de un escritor ciudadano con conciencia, memoria sin amnesias, realidad de la ficción».
Contra (casi) todo
(Diatriba de la vida cotidiana, de Rafael Pérez Gay. Cal y Arena, 2001)
El amor, la ópera, los ecologistas, Pedro Infante, el psicoanálisis, el alcohol, el realismo, el futbol, la vida diaria... Como uno de los mejores espectadores del desastre (también, a veces, como uno de sus mejores causantes, todo hay que decirlo), Rafael Pérez Gay tiene bien identificadas las razones de sus más altas aversiones y de sus más bajos embelesos. De ahí que, para gran fortuna de sus lectores, que gozamos grandemente con su desesperación (Pérez Gay es uno de los cronistas más divertidos que hay), haya decidido inscribirse en la lista honorabilísima de autores —moralistas implacables a partir de esa decisión— que han practicado el género de la diatriba, «discurso o escrito agresivo y, en ocasiones, injurioso». Y de ahí que la emprenda contra los asuntos arriba listados, y contra otros que infaliblemente le dan oportunidad de descargar, por escrito, sus rabias y sus neuras más entrañables.
Publicado en el suplemento Primera Fila, de Mural, el viernes 14 de marzo de 2008.
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