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Vuelta a Owen
(Invitación a Gilberto Owen, de Vicente Quirarte. UNAM, DGE, Equilibrista, 2007)

Octavio Paz llegó a decir, con desdén injustificable, que Gilberto Owen era el más sobrevalorado de los integrantes del grupo de los Contemporáneos. La historia literaria, sin embargo, parece contradecir a Paz: a Owen no sólo se lo ha leído poco y casi como en secreto, sino que la sombra de los otros a menudo ha impedido reparar en su figura conmovedora. De ahí el mérito indudable de este libro —y de los afanes que, desde hace un buen rato, Vicente Quirarte ha dedicado al poeta de Rosario, Sinaloa. Es una revisión biográfica, felizmente enriquecida por hallazgos y textos dispersos, además de un pequeño álbum de imágenes, que en efecto invita a colocar la breve obra de Owen en un sitio de privilegio en la zona más entrañable de nuestra biblioteca.


El mejor
(El mejor relato del mundo y otros no menos buenos, de Rudyard Kipling. Sexto Piso, 2008)

Una joya por partida doble: por un lado está el hecho de que un libro de Kipling siempre se las arregla para surtir una incomparable felicidad; por otro, que este libro en particular fue compuesto por el juicio de W. Somerset Maugham, quien eligió y presentó de modo inmejorable las piezas por las que debe reconocerse que el autor de El libro de la selva es uno de los mejores cuentistas que ha habido. «El relato breve exige una forma, y exige que sea sucinta. Lo difuso acaba con él. Es una forma que depende de la construcción. No admite cabos sueltos, ha de ser algo completo en sí mismo. Todas estas cualidades se encuentran en los relatos de Kipling cuando daba de sí el máximo, cuando alcanzaba cotas magníficas de narrador, lo cual, por suerte para nosotros, sucede relato tras relato».

Publicado en el suplemento Primera Fila, de Mural, el viernes 30 de mayo de 2008.




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