Listos

Corren tiempos dichosos para los hipocondriacos. Mientras calculamos, con el termómetro a la mano —los termómetros, en plural: lo nuestro es la precisión, y por eso nunca hay que subestimar las discrepancias entre el sobaco, la cavidad bucal y la otra cavidad—, para cuánto alcanzarán las provisiones de antivirales que tenemos el buen sentido de incluir en cada lista del súper, vemos con sorna la proliferación de cubrebocas con que la nación entera se ha ataviado dócilmente. ¡Cubrebocas!...
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