Los Taibitos. O, como bien dice mi camarada Ramón Castillo: el Circo Ataibo Hermanos. Foto © FIL 2010 / Natalia Fregoso.
En el camino, por la radio del coche oigo que entrevistan a preparatorianos acarreados a la FIL: que vienen a fuerzas, que el maestro los amenazó, que lo único que les importa es la asistencia. Llegando veo que también les importa —y cómo no— venir a echar desmadre. Hasta me pareció que me había equivocado y había llegado más bien a una manifestación afuera de Casa Jalisco. Es lo habitual, claro, pero no deja de ser un fastidio. Lo paradójico es que, con las multitudes sudorosas, gritonas y correlonas de chamacos que obligan a llenar estas mañanas de la feria, es posible ponerse a ver libros muy a gusto: como los libros son lo que menos les interesa... Basta con eludirlos por los pasillos y en los actos a donde los hacen meterse, por ejemplo en el show cómico musical de los Taibos, atestado de un público adolescente incapaz de ponerles atención —y eso a pesar de que los Taibitos en una de ésas hasta se arrancaron a cantar.
Exagero, desde luego: sí hay jóvenes a quienes les interesan los libros, pero hay que ver qué libros: voy enterándome, por ejemplo, de que existe una escritora llamada Tonya Hurley, y que es, por lo visto, exitosísima: lo descubro cuando paso por el stand donde la han sentado para que desfile delante de ella una turba de jovencitas alborotadas con tal de que les firme un libro que se llama Ghostgirl. En la vida.
Hoy es la venta nocturna, y si sale como el año pasado, valdrá mucho la pena resignarse a los tumultos a fin de aprovechar los descuentos. Ya tengo mi listita, y espero que más editoriales entren en razón y aprovechen también la ocasión (la distribuidora Azteca, por ejemplo, en el área internacional); después de todo, ¿les conviene regresarse con lo que trajeron, no sería preferible aligerarse de sus mercancías? Por lo demás, hoy se presenta Antonio Gamoneda, en compañía de Juan Gelman: Gamoneda, la estrella indiscutible de la delegación de Castilla y León (misma a la que no he pelado gran cosa, es cierto, pero es que nomás no se me antoja), es uno de los más altos poetas vivos, y no hay que perdérselo.
Exagero, desde luego: sí hay jóvenes a quienes les interesan los libros, pero hay que ver qué libros: voy enterándome, por ejemplo, de que existe una escritora llamada Tonya Hurley, y que es, por lo visto, exitosísima: lo descubro cuando paso por el stand donde la han sentado para que desfile delante de ella una turba de jovencitas alborotadas con tal de que les firme un libro que se llama Ghostgirl. En la vida.
Hoy es la venta nocturna, y si sale como el año pasado, valdrá mucho la pena resignarse a los tumultos a fin de aprovechar los descuentos. Ya tengo mi listita, y espero que más editoriales entren en razón y aprovechen también la ocasión (la distribuidora Azteca, por ejemplo, en el área internacional); después de todo, ¿les conviene regresarse con lo que trajeron, no sería preferible aligerarse de sus mercancías? Por lo demás, hoy se presenta Antonio Gamoneda, en compañía de Juan Gelman: Gamoneda, la estrella indiscutible de la delegación de Castilla y León (misma a la que no he pelado gran cosa, es cierto, pero es que nomás no se me antoja), es uno de los más altos poetas vivos, y no hay que perdérselo.
Publicado en la columna «¿Tienes feria?», en el suplemento perFIL, de Mural, el viernes 3 de diciembre de 2010.
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