Órale, ése


Coche que se exhibe como parte de la presencia de Los Ángeles en la FIL. Naquísimo y, por eso mismo, fabuloso. De sueño.
Foto: © Cortesía FIL Guadalajara / Ana Karen Reyes

Mis expectativas para la FIL este año son elevadas. Tienen que ver, sobre todo, con la participación del invitado de honor, Los Ángeles, en varias actividades y presencias que encuentro interesantes, y en ciertos casos hasta emocionantes: de Ray Bradbury a Los Lobos, pasando por otros integrantes de la delegación angelina que acaso no sean tan espectaculares, pero que podrán dar cuenta de la dinámica cultural de una ciudad fascinante desde varios puntos de vista. Los espectáculos escénicos, las expos, algunos escritores (Larry Niven, por ejemplo, que casi está al nivel de Bradbury, o el homenaje a Thomas Pynchon)... Además, los gringos son ricos, ¿no?, de manera que —espero— no se verán miserias.
    También estoy puesto para ir a ver a Pamuk, el Nobel turco, o a Vargas Llosa. A Rafael Cadenas también, si bien no me tiene demasiado feliz que le hayan dado el Premio FIL —qué le voy a hacer: luego de Lobo Antunes, el año pasado, creo que el listón está muy alto—; con todo, como Cadenas es anti Chávez, capaz que por ahí se arma algo de jaleo. Pienso meterme a presentaciones de naturaleza necesariamente más discreta, pero también más felices: las de David Huerta, Marcelo Birmajer, Alberto Chimal, Marcelino Cereijido... Desde luego: lo que hagan Carlos Fuentes o José Emilio Pacheco y similares, en especial el primero, iré a verlo más por curiosidad malévola: movido por el mismo morbo que acaso me haga buscar a Paty Chapoy o a Chavela Vargas. Y porque no hay remedio: la reiteración de presencias como éstas, la celebración monótona de los mismos de siempre, demuestra cómo la FIL refleja una realidad deprimente: la sonoridad comercial determina la prevalencia de unos pocos, y la cultura nacional está hecha con un puñado de malentendidos que siguen repitiéndose porque al repetirlos se queda bien y todo mundo conforme.
    Lo bueno de las crisis es que fuerzan la creatividad, y confío en que esta FIL se las ingenie para ser una verdadera fiesta de los lectores. Aquí vamos a andar, entonces.

Publicado en la columna «¿Tienes feria?», del suplemento perFIL, en Mural, el sábado 28 de noviembre de 2009.
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1 comentarios:

alter-ego dijo...
29 de noviembre de 2009, 1:29

Y dale con tus cosas. Primero desprecias a la Negra, y ora te metes con Doña Chavela.

Si estuviste ahí seguramente hiciste más de una rabieta. No era para menos. Bien lo dijo Eugenia "Lión" (no sé porque todo el mundo la llamó así) "Con Chavela el superlativo se nos da".

Como haya sido los momentos de inspiración con canciones como "Vámonos" o "Arrieros Somos" fueron indiscutiblemente... priceless!

Lo único que faltó fue un buen trago de tequila!