Herta Müller: la escritura del silencio

 Una niña está en silencio, en una iglesia desierta a la que ha entrado un mediodía cualquiera, cuando regresaba de hacer un mandado. La seriedad de su expresión está a salvo (todavía) del desprecio y la incredulidad que la aguardan, pero en su mirada azul se insinúa una perplejidad que se parece ya al miedo —y que acabará por definirse como tal cuando deba descubrirse sola, tanto como para que en estos mismos momentos ignoremos incluso cómo se llama: no lo sabemos porque está tan sola que jamás ha habido quién se lo pregunte...

Para leer más, por acá, por favor: al nuevo número de Magis.
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1 comentarios:

Tarjetas de Asistencia dijo...
16 de octubre de 2012, 18:29

muy buena entrada, saludos.