Poco después de que se propaló la noticia de que Carlos Monsiváis se encontraba hospitalizado y, previsiblemente, comenzó a incubarse la consternación generalizada por los malos pronósticos respecto a su estado de salud —consternación que, también previsiblemente, remitió durante la prolongada postración del escritor, para reventar en hiperbólicas lamentaciones al saberse el desenlace fatal—, un oportuno comentarista que firma como @Turcoviejo lanzó en Twitter la sugerencia de que se aprovechara la ocasión para darle un baño al enfermito —y creó, de hecho, la etiqueta #quebanenamonsi, que unos cuantos utilizamos al sumarnos a la moción. No causó mucha gracia. @Turcoviejo insistió un poco, dio sus razones (olfativas, sobre todo: alguna vez la vida lo habría puesto a corta distancia del escritor), pero dado que pocos, por lo visto, la juzgamos divertida, el ímpetu de esa iniciativa decayó y al cabo se apagó...
Para seguir leyendo, pasen por favor al nuevo número de Replicante, que está bien chipocles.
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