¡Payasitos!

¡Puf! Bien sabía yo que el jueves iba a atascarse esto. Y se atascó. Ya qué caso tiene renegar: no se les va a quitar a los profes de secundarias y prepas la pésima costumbre de traer u obligar a venir a sus rebaños de bestezuelas. Así que, resignado y resuelto, me abrí paso como pude para estar un ratito en la mesa titulada «¿Cómo chingados se usa el español?», nombre elegido con mucho tino, como observó Gonzalo Celorio, pues la gente, adonde oiga leperadas, seguro que va. Lo mismo que adonde esté Carlitos Loret de Mola, figurín de la tele que lució encantado de descubrir las posibilidades del verbo «chingar» y sus derivados: lástima que, si las suelta al aire, le van a lavar la boca con jabón. Estuvo entretenido, y supongo que de eso se trataba. Ninguno de los cuatro participantes (Celorio, Grijelmo, Samper Pizano y Villoro) estuvo particularmente brillante, pero la gente se divirtió con sus chistosadas.
De risa loca, eso sí, estuvo la presentación del libro 62 maneras de apoyar la cabeza, la noche del miércoles. Para empezar, estaba anunciada la presencia del autor, G. Ch. Lichtenberg (y hasta tenía identificativo en la mesa): el pequeño inconveniente fue que Lichtenberg murió hace 208 años. Luigi Amara, Antonio Ortuño y Juan Villoro, como sea, se las arreglaron para hacer el encomio de este bello y utilísimo manual (y ociosísimo, todo hay que decirlo), que Amara bien llamó «un Kamasutra de la melancolía». Ortuño propuso otro, que reúna tantas o más maneras de patear un poeta, y al final nos tomaron fotos a todos los asistentes sosteniéndonos la maceta como solía hacerlo Octavio Paz. A propósito de editoriales independientes —este libro lo publica Tumbona Ediciones—, es en sus stands donde he ido haciendo los mejores hallazgos. Como, además, son los títulos que más difícilmente circulan, más vale ir a husmear por ahí, pues los de los grandes sellos de cualquier manera se pueden conseguir en otro momento que no sea la FIL.
Lo que acabo de ver en el programa: ¡SÍ VIENE ANA COLCHERO! Presenta hoy a Daniel Samper Pizano en «El Placer de la lectura». Seguro que ahí voy a estar, peinado con limón. (Y capaz que me llevo la novela que presentó el año pasado, a ver si me animo a pedirle que me la firme: lo malo es que, como nomás la compré por la foto de la contraportada, voy a tener que quitarle el celofán).

Publicado en la columna «¿Tienes feria?», en el suplemento perFIL, de Mural, el viernes 30 de noviembre de 2007.
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1 comentarios:

Alejandro Vargas dijo...
1 de diciembre de 2007, 17:47

Pues me tocó un poco de gente, pero muy interesante el año de hoy, ahora hay que esperar el siguiente año para Italia y conseguir algo de Papini, porque están los conocidos unicamente.